jueves, 5 de abril de 2012

Caniche (1979)

Director: Bigas Luna

Pongamos en una coctelera lo siguiente: sexo, muerte, animales, trastornos mentales, ruptura de tabúes gastronómicos occidentales y de otra índole; agitémoslo todo y tenemos un brebaje que beberemos a sorbitos durante una hora y media, cuyo sabor ya nos aburrió en los primeros 20 minutos.

Dos hermanos, Eloísa (Consol Tura) y Bernardo (Ángel Jové) , viven en una casa que ya ha visto tiempos mejores, con el dinero que les va dando una tía rica que sólo sale en una histriónica escena. Eloísa está muy apegada a un caniche que lleva con ella en el bolso a todas partes.

Se veía venir, se veía venir  lo que va ocurriendo en la película, pero además es que esas escenas que sabía que iban a llegar, no quería verlas. Es como cuando presencias una situación que sabes que va a acabar mal y sólo puedes pensar: "no, no, mierda, mierda, mierda, por favor, que no ocurra, que no ocurra", y va, y claro, ocurre. 

Algunas películas se preocupan mucho en hacer un retrato psicológico de sus protagonistas,  para que el espectador entienda el cómo y porqué de su distanciamiento inexorable de la cordura. Total, para que en muchos casos lo único que se saque en limpio es que simplemente era un chalado que reventó.  En Caniche al menos nos ahorran recrearnos en el esquema mental del chalado para pasar directamente a la acción y ver cómo se pierden los papeles en condiciones en una casona rural en Barcelona. Y todo ello a un ritmo lento. Confieso que esta película la vi en dos partes: la primera me dormí poco antes de la memorable escena que tiene lugar en el cuarto de la lavadora, y el resto lo vi al día siguiente.

Los protagonistas actúan bien, pero cuesta sentir simpatía o mejor dicho, sentir algo hacia ellos. Ni asco, ni amor, ni simpatía ni rechazo. Ni fu ni fa. Los personajes en torno a la trama principal están metidos un poco con calzador, como coartada para sustentar el rebote de Bernardo. Y el perrito, Dani, que durante toda la película no parece más que una víctima, al final parece que se nos quiere transmitir que él es el portador de una especie de maldición canina. No sé a qué viene.


Desconozco en qué idioma se grabó la película: he visto una versión doblada al español en la que había escenas en las que los actores parecían ventrílocuos, porque literalmente, hablaban con la boca cerrada. Aunque todo sea dicho: me gustaron los efectos de sonido, de hecho, creo que son magistrales: serían capaces de que una misa retransmitida en TV fuese emocionante. 

Y bueno, por hoy ya vale. 




PD: Mi gran hermano me ha aclarado que la banda sonora de Caniche es de Béla Bartok, la misma que usó Stanley Kubrick un año después en El Resplandor. Él sabe mucho más que yo de cine, y estoy convenciéndolo para que contribuya en este blog. 

2 comentarios:

  1. Hola querida hermana, hola internautas: Por fin!!!!

    Vi Caniche por la curiosidad morbosa de recrearse en lo desagradable. Había visto unas secuencias de esta película en aquel programa televisivo "De película", ¿lo recordais?. No se si ese día dedicaron un monográfico a Bigas Luna, al cine de terror, o al cine de temática zoofílica o con el bestialismo como asunto central (ver "La Bestia", del pintor-erotómano de origen polaco Walerian Borowczyk. Otro día tal vez tenga aquí un espacio, aunque creo que esa cosa no merece perder mucho tiempo). Caniche es una película que me produce arcadas, no por una escena en concreto, sino por la evocación del ambiente en el que vivían esos dos hermanos, y la omnipresencia del perro que al final se nos revela el protagonista de la tragedia. No puedo añadir mucho más de esta película, pero me produjo cuando la vi un impacto muy fuerte, impacto que se desvaneció en breve porque, a diferencia de otras obras maestras como "El Resplandor", "Repulsión" o "El quimérico inquilino", no tengo ganas de ver una segunda vez. Aun así, la recomiendo a todos aquellos que no la hayan visto. Todavía Bigas Luna no se había despeñado por el precipicio de la vulgaridad. Ahora me parece un director cuyas películas carecen de todo interés, pero no diría eso de "Caniche".

    Un saludo
    Juan

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    1. Gracias Juan!
      Bigas Luna es un coñazo a su manera "porca", sí.

      Gracias por tu inestimable contribución, espero verte por aquí más

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