jueves, 12 de abril de 2012

Al Cerullo


En la entrada de hoy no voy a comentar ninguna película. Sí quiero hablar en cambio de los que las hacen. De la ristra de nombres que sale al final de la película. Cuando mi padre nos llevaba al cine, uno no se levantaba de la butaca hasta que habían pasado todos los títulos de crédito finales y se habían encendido las luces.  Y sigue siendo así. ¡Menos mal que algunas cosas no cambian nunca! Al principio me parecía un coñazo tragarme todos esos nombres, pero ahora ya lo veo como una especie de deber hacia los que han trabajado en la película.  Así, descubres que hay alguien que se llama Al Cerullo (sí, lo sé),  y 10 años después -no es un nombre que se borre fácilmente de la memoria-  consultas IMDb y ves que el crack ha pilotado helicópteros en unas 400 películas.

En la televisión muchas veces cortan los títulos antes de que se acaben. Otras veces los pasan a tal velocidad que parece que están pidiendo perdón por el rato que te han hecho pasar y quieren zanjar el tema de una vez.  Algunas películas cómicas te meten tomas falsas para quitarle hierro al asunto.  Y otras,  que ya nacen con el germen de segundas partes, aprovechan para emitir una escenita más en la que te dejan claro que no han exterminado a todos los invasores.

Viendo los títulos de crédito finales, es fácil hacerse una idea de todas las horas de trabajo que puede haber detrás de hora y media de rodaje: Los electricistas (gaffers)  y sus ayudantes (best boys: me extraña que aún no hayan neutralizado el término a best person).Un director de fotografía para las tomas de día y otro para las nocturnas. Uno o varios directores artísticos. Ayudantes de cámara. Coordinadores de efectos especiales. Maquilladores. El entrenador de perros. El que enseña al actor estadounidense a hablar con acento inglés. Y así muchísimos más.  Todos trabajando para hacer un producto del que el último responsable es el director:  si sale bien, las alabanzas son para él. Si sale mal, pues a ponerlo verde. En el cine, la responsabilidad recae claramente en el que manda. No estaría mal que otro tipo de directores, como los de bancos y cajas de ahorros sufriesen el mismo "linchamiento" cuando la caguen y que circulasen libros a todo color llamados "Los 50 peores directores de banco de todos los tiempos" o  "1001 indemnizaciones de ex-directivos de cajas de ahorro que tienes que conocer antes de morir", etc, etc. En fin, perdón por este desvío del tema principal.

Los que no sabemos de cine sino desde el punto de vista del espectador, tenemos una percepción de la película como producto, más que como proceso. Desde esta perspectiva, al fin y al cabo, es desde donde se hace este blog.  Es cierto que el hecho de abrirlo está cambiando mi forma de ver el cine (especialmente las películas de terror, claro está): ahora las veo con bloc y boli en mano e intento imaginarme lo que no se ve. Como además me gusta ver las películas en la oscuridad del salón de casa, un efecto secundario es que luego tengo que descifrar lo que escribí a ciegas. Y otro efecto es que tengo tantas películas que ya no sé donde meterlas (hablo de películas en Blu-Ray, DVD y archivos digitales). Estoy deseando que Netflix vuelva a plantearse dar su servicio en España,  para poder ver así películas tranquilamente y hacerles un corte de mangas digital a los "agentes culturales" españoles.

Me siento con una responsabilidad ante mi reducido número de lectores, que no por ser pocos merecen un menor esfuerzo por mi parte, así que seguiré hablando de cine de terror lo mejor que pueda, y dando la bienvenida al que quiera participar.  Os dejo una foto del hombre que da título a esta entrada. ¡Salud!





5 comentarios:

  1. Genial!!! Me encanta!!! Por todos los Al Cerullo del mundo del cine! :)

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  2. Cuando leí la entrada pensé que nos estabas mandando a la mierda... jaja

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  3. ¿Sabrá cuál es la impresión que causa su nombre? jaja

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    1. Frases confusas: "Vete al cerullo" y "Vete, Al Cerullo". Su vida tiene que ser un despropósito, un cúmulo de malentendidos.

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  4. jaja, 1001 ex-directivos de cajas de ahorro que tienes que conocer antes de morir, yo más bien diría 1001 ex-directivos de cajas de ahorro que tienes que matar antes incluso de conocerlos... me encanta lo de Al cerullo, nós tivemos un can que se chamaba Al e cagaba uns cerullos ben gordos!

    bico, mol.

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