En el poblado donde vivo ya no queda ni un solo cine donde ver una película en versión original, a no ser que se trate de pelis españolas o protagonizadas por Ricardo Darín. Sólo eso hace de esos antros terreno semivedado para mi. Como además hay que poner la cama, ver una película en horario de tarde supone aflojar 8,40€. O sea, que para ver una película doblada y que me la metan igualmente, mejor me quedo al calor de la caverna de mi casa y mientras se descarga...bueeeeno, veeenga, va, a veces también mientras la saco del envoltorio, me hago un té y me como unas galletas. Resident Evil 5: no es cosa tuya, es cosa mía. Tendré que hacerte esperar.
Sin embargo, no me importa castigar la cuenta bancaria ni que me piten un poco (más) los oídos si en cartelera está Píxar. Ejercen considerable presión dos pequeñas criaturas que no, no son ni pájaros ni aviones pero sí tienen superpoderes, principalmente los de insistencia, perseverancia y y tesón. Así que allá vamos, meaos y cagaos al cine, nos dejamos alegremente unos 30 euros y lo pasamos en grande. Los superhéroes salen del cine con un buen subidón de azúcar y de cafeína y yo con una especie de melancolía existencial que solo podría quitarme leer los comentarios en alguna noticia de El Mundo. Píxar, indudablemente, tiene algo; vaya, algo no: lo tiene todo. Cuando me asoma la lagrimita, como siempre ocurre en todas sus películas, miro de reojo y siempre veo otros ojos vidriosos, más de adultos que de pequeños, que son más de llorar a grito pelado.
Una vez los minisuperhéroes me la jugaron y me llevaron a ver el puñetero bodrio de Copito de Nieve y tras 1 hora y media en la que se me quitaron las ganas de vivir, juré y perjuré que nunca más volvería a ver una película española de animación. Bueno, esta excusa de película es de semianimación, pero sólo te enteras cuando estás dentro: en el cartel todo era perfectamente digital. Hasta que hace poco me vienen con que quieren ir a ver Tadeo Jones al cine, y bueno, como es importante estar preparada, busqué en Youtube el corto para ver si valdría la pena ver la película. Pero a medida que la barra roja avanzaba, el candor de mis mejillas se iba convirtiendo en un gris ceniciento: vaya perrallada. Ni que decir tiene que no fuimos a verla.
Lo que sí me parece que voy a seguir viendo es terror español, por lo menos si se parece, aunque solo sea un poquito, a [REC]³ Génesis. La protagonista, Leticia Dolera, hace de Clara, una frágil chica al estilo de Carrie, que al igual que ella, prueba, aunque por motivos distintos, que no le gusta que le jodan la fiesta. Y al igual que mi admirado Ash Williams, tiene mucha destreza con la motosierra. Leticia Dolera lo tiene todo para convertirse en una heroína de los frikis del terror del sexo masculino, y parece inspirada un poquiiito en la Jamie Lee Curtis de Halloween. La verdad es que la película me mantuvo pegada al sillón. Me sorprendió, porque esperaba algo como las dos películas anteriores, pero no se parece nada. Ni oscuridades, ni claustrofobias, ni imágenes borrosas. Bueno, sólo los primeros 20 minutos aproximadamente son con cámara en mano, y yo lo agradecí. A mí la verdad esto del meneo de la cámara en mano ya me satura un poco: cuando, como yo, has visto El Proyecto de la Bruja de Blair y 4 o 500 películas más ya empiezas a notar cómo se te desprende la córnea.
Hay algo de humor si bien no es una horror comedy en toda regla. Yo más bien la definiría como una graciosa película de amor cursi con zombies. Lo español de la música, las caras, expresiones, ropas y escenarios da un toque de familiaridad cañí a esta película de zombies endemoniados. Lo de añadir "Génesis" al título en vez de "El Inicio", por ejemplo, pues parece que subraya más aún las connotaciones religiosas de la peli, que creo que están metidas un poco para abrir el campo de actuación en futuras películas. A esa connotación religiosa no le veo mucho sentido y es la única pega que le veo.
Es verdad que el espíritu de las dos películas anteriores de REC se ha evaporado y hecho más convencional, es decir, lo que nos pasa a muchos al cumplir los 35. No hay que echarse las manos a la cabeza, rasgarse las vestiduras ni poner el grito en el cielo (cuán rico es el idioma). Acaba ocurriendo, y ya está. A mí me parece una buena película. Y no seáis malos y penséis que pienso que es "una buena película para ser española", no: me gusta creer que soy el súmum de la objetividad y quiero medir las pelis con el mismo rasero*. Dejad en la puerta los zapatos y las otras dos pelis de REC y vedla con ojos vírgenes, que da un buen chute de entretenimiento.
*rasero en el sentido de "escurridiza vara de medir cuya distancia entre muescas varía en función de factores tales como el número de veces que ese día haya abierto la boca un político y el número de cartas de gas natural que haya en el buzón."
Aquí os deja Paco unas tiernas imágenes de un día muy especial:
uhmmm, me has convencido, hoy la veo. Siempre hay sitio para una más de zombies.
ResponderEliminarComcordo com voçê sobre la cámara en mano, cansa y marea, tuvo su momento pero no más por favor.
En cuanto a los minisuperhéroes le ruego abra usted su corazón a sus peticiones, y que sean ellos los que juzguen. Tadeo Jones no pinta peor que muchas pelis de terror que usted ha consumido, me consta.
Un saludo amiga bloguera, continue usted iluminando el lado oscuro.
Anónimo: le agradezco sus comentarios, y sóloi quiero hacer una puntualización: efectivamente muchas de las pelis que he visto son basura, pero es basura honrada, que te mira a los ojos, mierda en definitiva pero sin pretensiones. Tadeo Jones es el eqiuivalente de Nena Daconte: una pretenciosa y pomposa flor de un día, que nos atufó y bien, pero que pasará a los anales, de culo, de la historia.
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