Título original: Friday the 13th
Director: Sean S. Cunningham
Como hoy es viernes 13, pues qué mejor que hablar de esa legendaria película que habla de un psicópata asesino, Halloween. Bueno, mejor Halloween lo dejaré para el Samaín, como se le llama ahora, y me centraré en Viernes 13, of course. Si estáis un poco confusos, quiero que sepáis que yo también lo estuve durante mucho tiempo. Y es que Halloween y Viernes 13 se fusionaron en mis recuerdos y ya no recordaba si recordaba a Jason Voorhees o Michael Myers.
Si hubiese sido más previsora tendría esta entrada hecha desde hace unos días y sólo tendría que darle al botoncito de Publicar. Ya sabéis, como hacen con el pan ahora, que no está recién hecho, sino recién cocido, es decir, congelado en alguna cámara frigorífica 3 meses, pero recién metidito en el horno. Pero no es lo mismo: nada como un post recién regurgitado.
Por otro lado, un aspecto positivo de no preparar las cosas con antelación es todo el tiempo que te ahorras en preparativos: ¿o de dónde os creéis que habría sacado tiempo para cosas de verdad útiles como compartir compulsivamente en facebook alguna de las 68.987 frases que dijo Gandhi? Pero bueno, no quería escribir sobre Viernes 13 con el recuerdo distante que tenía de ella, más que nada porque no quería hacerle un feo a la memoria de Leatherface. Espera...ese era de otra peli...bueno, el caso, he hecho un esfuerzo hercúleo y me he quedado de guardia para ver Viernes 13 y regalaros la entrada de hoy. Yo soy así.
Y Viernes 13 empieza con un niño que se ahoga en un camping porque sus desenfrenados monitores tuvieron que atender una llamada de su hormonada naturaleza. Ellos aparecieron asesinados un año después, y pasado un tiempo, se quiere reabrir el cámping. A partir de ahí se arma la gorda a la vieja usanza. Viernes 13, de hecho, nació al rebufo de Halloween (1978), pionera en ponerle una máscara a un trallado empeñado en cargarse adolescentes con ganas de fiesta. Halloween sin embargo es mejor película: no hay en Viernes 13 una escena tan hipnotizadora como la que da comienzo a Halloween. Ya sabéis, chicos, si os quedáis en casa jugando al minecraft en vez de andar fornicando y bebiendo por ahí no os pasan estas cosas. Sabiduría americana a su alcance.
En Viernes 13 hay buenos sustos, adolescentes gritonas, muertos que aparecen en la escena así como si los lanzasen, y guiños a Hitchcock en la banda sonora. Está bien ambientada, con exteriores casi bucólicos. Salvo Betsy Palmer, que está muy lograda, no sé si actúan bien porque los matan muy pronto, y de todos ellos Kevin Bacon debe ser el único que tras la película tuvo una carrera decente. Las muertes se van produciendo desde el punto de vista del asesino, con los adolescentes escapando de la cámara y finalmente suplicándole (lo mismo que antes ya hizo Carpenter en Halloween). La película vale la pena aunque solo sea por una escena, tirando casi casi al final de la película. Ahora, 32 años después de su estreno, y con un montón de secuelas vomitivas, Viernes 13 parece hasta un poco inocente, cutre y absurda: pero por eso nos gusta. Un clásico. Os pongo un tráiler con el que además podéis practicar los números en inglés. ¡Feliz viernes 13!
pues yo me cagué de miedo con esta peli!
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