miércoles, 2 de mayo de 2012

Hidden (2009)


Título original: Skjult
Director: Pål Øie


Me extraña cuando alguien me dice que tiene pesadillas después de ver una película de terror. Seguro que esa es la intención del director;  yo en cambio he visto tantas películas de miedo que ya soy inmune. Vaya, que miedo no me dan y que duermo sin problemas.  Así que no sé si soy la persona adecuada para escribir sobre cine de terror. 

Pero lo disfruto. He de admitir que mi listón, a la hora de decir si una película de miedo me ha gustado, no es que sea muy alto:  lo paso bien viéndolas casi todas. Soy fan. Eso no me pasa con otros géneros de cine, con los que soy bastante tiquismiquis. Me encanta una buena película setentera u ochentera de serie B. No me importan las carencias técnicas, hasta me enternecen si la película tiene otras cualidades, como la creatividad o frescura.

Hidden es técnicamente buena, con buenos actores, con una fotografía muy buena, una atmósfera terrorífica muy lograda, muy oscura, con sus sustitos, su cabeza de nenuco tuerto, etc, pero la historia es...psé.

Kristoffer Joner es Kai, un hombre que empieza a revivir los traumas de su infancia tras la muerte de su madre. Además de eso, guarda un terrible secreto desde pequeño al que se tendrá que ir enfrentando. Hasta aquí todo claro. O no. Parece ser que Kai no es Kai. Es otro. Pero parece que ese otro se murió. O no. Kai está chalado. O sí. La mujer policía con cara de sorpresa permanente, los árboles que parecen hechos con escuadra y cartabón, la cara de mantis religiosa de Kai....todo es, no sé, rårø. Y con pretensiones de parecerse a El Resplandor.

La película empieza con fuerza y promete, pero va decayendo y metiéndose en aguas pantanosas. Me parece bien plantar dudas a lo largo de una película, de manera sutil, inteligente, obvia, flagrante, torpe, lo que sea, pero hombre, aquí se arman un batiburrillo bastante considerable.  Entiendo que la tentación de meter cositas por aquí y por allá es muy fuerte, pero si la historia estuviese un poco más limpia, me habría gustado más. Al final es como una empanadilla de bonito, carne, queso y jamón que sabe un poco a gambas. La verdad es que no sé si la entendí. Supongo que es una manera de hacer cine como otra: dejar al espectador un poco con cara de bobo. Pero para eso, me quedo con David Lynch. 

Aquí os dejo el trailer. Psé.







No hay comentarios:

Publicar un comentario