Hace ya unos cuantos años, en Marruecos, durante la fiesta del cordero, crucé la mirada con una niña de unos 7 u 8 años y ésta se pasó el dedo índice de un lado al otro del cuello, mirándome y sonriendo. Luego siguió haciendo un ovillo con unas tripas de cordero. No sé si me hice algo encima, pero por añadir un poco de dramatismo, me gusta pensar que sí. Y es que los niños, esas maravillosas criaturas inocentes y que derrochan espontaneidad, escatología e instintos primarios, pueden convertirse en seres capaces de hacer suplicar clemencia al mismísimo Chuck Norris. Y estoy hablando de la vida real, no de las películas. El terror psicológico es su fuerte, gracias a su insistencia y paciencia caninas. Al más puro estilo de Stalin, nunca se cansarán de hacerte preguntas hasta que des con una respuesta que los satisfaga, tarea ardua donde las haya. O hasta que vean pasar una gaviota.
Pero bueno, basta ya. Hablemos de cine, cuyo fin último es el de proporcionarnos esa maravillosa sensación de evasión de nuestras tristes vidas. Y en esta entrada haré una lista con los niños más terroríficos del cine. Como veréis, Stephen King canta, si no bingo, al menos línea. Cuatro elementos de esta lista han salido de su cabeza. Ya sé, lo de las listas es limitante e injusto, y siempre se queda alguno fuera, pero no tengo miedo de nada: prueba de ello es que no vacilo al probar la masa del bizcocho cruda y ni siquiera me alejo del microondas cuando caliento la leche. Y para más inri, pues voy a dejarme abrazar completamente por el cliché, y la lista va a ser de diez puntos.
Con los niños en las películas de terror, acaba surgiendo una cuestión: matarlos o no, que es bastante tabú, claro, pero cuando conoces a los bichos de cerca, no queda otro remedio. Estos niños no se quedarían tranquilos jugando con cochecitos o viendo Pocoyó: son peligrosos, malignos, y van a por ti.
Con los niños en las películas de terror, acaba surgiendo una cuestión: matarlos o no, que es bastante tabú, claro, pero cuando conoces a los bichos de cerca, no queda otro remedio. Estos niños no se quedarían tranquilos jugando con cochecitos o viendo Pocoyó: son peligrosos, malignos, y van a por ti.
(Aviso a navegantes: a partir de aquí hay spoilers. No es mi estilo, yo soy más de mantener el misterio, pero siempre hay una primera vez)
10. Todos los niños de ¿Quien puede matar a un niño? (1976)
No sólo los niños ingleses o estadounidenses pueden ser unos cabronazos. En España no andamos cortos de monstruitos. Todo el sufrimiento que los adultos han causado a los niños a lo largo de la historia no quedará impune mientras los niños de la isla estén vivos o por nacer.
Cabroncete acechando.
9. Todos los niños de El Pueblo de los malditos (1960)
¿Cómo es que de repente todas las mujeres se han quedado embarazadas de no se sabe quién? Al cabo de 9 meses, una horda de niños rubio platino con ojos de Selene y gesto hierático están controlando a los adultos.
Mírame a los ojos, pero a los ojos, no alrededor de los ojos.
8. Regan MacNeil, la niña de El Exorcista (1973)
La niña que gira la cabeza como una lechuza, se masturba con un crucifijo y habla con voces de muertos asusta, escandaliza y espanta de lo lindo. Un clásico y un portento del maquillaje.
Huy, ¿es para mí? Jo, gracias.
7. Samara Morgan, de The Ring (2002)
Que si es mejor la original, que si no. Estamos aquí para hablar de ella, la de la melena negra, que deja un rastro de agua sucia. El momento en que la niña sale de la televisión es terrorífico, pero además tiene estilo. Se te saltan las lágrimas, de miedo, claro.
O me haces unas coletas o te pongo una cinta de vídeo.
6. Rhoda Penmark, de La Mala Semilla (1956)
No hay que ser un fantasma ni estar poseído por el demonio para ser absolutamente escalofriante. Una simple niña con trencitas hará que te cagues por la pata abajo. Qué mejor que una pequeña manipuladora y psicótica capaz de ponerte los pelos de punta.
Que se me cae la cabeza, que se me cae.
5. Danny Glick, de Salem's Lot (1979)
Este niño vampiro que flota en el aire al otro lado de la ventana, envuelto en una nube de humo, pidiéndole a su hermano que abra la ventana, hará que tengas unas bonitas pesadillas. Esta entrada va en honor a mi hermano, que sé que le gustó esta escena.
4. Isaac y Malachai, de Los Chicos del Maíz (1984)
A ver qué cara tendrías tú si tuvieras a este relinchando a tu lado.
3. Las hermanas Grady, de El Resplandor (1980)
Las gemelas de frente amplia y vestidito azul quieren jugar con Danny, que a su vez también da un poco de miedo. Aparecen de repente y susurran una frase que empieza bien y acaba con un adverbio que convierte su propuesta en algo de lo que es mejor salir por patas.
Un niñito precioso de 2 años muere de forma terrible, y tras una estancia en el pet sematary, vuelve a la vida repeinado, arrugando la nariz y con una destreza sorprendente con un escalpelo. Inolvidable. Da penita.
¿Por qué esa cara tan larga?
1. Damien Thorn, de La Profecía (1976)
Este niño demoníaco es el más ruin de todos. ¿Pero cómo puede ser que un ser tan inocente y lindo sea el Anticristo? Ah, ahí le has dao. La banda sonora de Jerry Goldsmith nos empujaría a ver al mismísimo diablo hasta en una mariposita.
¡Estoy loco por volver a casa!
Queridos amigos, para terminar, me gustaría que comentáseis por aquí qué niños os han dado miedo, pero sin contar vuestros hijos y sobrinos: sé que como a mí, os gustan los desafíos. ¡Saludos!